jueves, 9 de enero de 2014

Modelo de sociedad

Hasta el momento actual se entendía que los ciudadanos de un país trabajabamos en lo que mejor se nos daba o podíamos, pagabamos impuestos de modo progresivo (esto quiere decir que quién más gana paga, en proporción, más que el que menos gana), esos impuestos se empleaban para servicios comunes, como la seguridad ciudadana, las infraestructuras, la educación, la sanidad, la cultura, etc.

Los gestores de los impuestos eran elegidos de entre los mejores de nuestros conciudadanos por un tiempo limitado, como parte de sus obligaciones con el resto de la sociedad. Bueno esto dejo de ser así desde el momento que es instituyeron las primeras monarquías, pero sería lo ideal, ¿o no?

Quiere esto decir que todos trabajamos para todos y que cada uno contribuye con su trabajo a la prosperidad del conjunto.

Pero el sistema deja de funcionar en el momento en que:

- hay quién se aprovecha ello, no trabajando sin estar enfermo, cobrando indebidamente ayudas, haciendo mal su trabajo, ...

- hay quién considera que los impuestos son un robo del Estado, que él gana lo suficiente para pagarse él mismo todos los servicios y porqué ha de pagar él por los vagos. Así que ni corto ni perezoso se lleva el dinero fuera del país y evade impuestos.

- hay quién considera que el puesto que le han dado el resto de los ciudadanos para que administre los impuestos de todos le pertenece y le legitima a hacer lo qué el cree que es lo mejor para todos, haciendo de la política una profesión.

Cada vez nos volvemos más individualistas, olvidándonos de que todos dependemos de todos, que nadie puede vivir por su cuenta y que un mundo en el que se admira a los vagos, a los egoistas y a los ineptos nos conduce a la mayoría a la ruina.

Meditémoslo un rato. Las sociedades solidaridarias y cooperativas pueden ser mucho más felices que las egoistas y competitivas.