miércoles, 27 de julio de 2011

Mafia

Dice la wikipedia: mafia, es un término utilizado a nivel mundial que se refiere a una clase especial de crimen organizado, extendido desde su origen en Italia meridional a cualquier grupo del crimen organizado con similares características independientemente de su origen o lugar de acción.

El Diccionario de la lengua española define mafia como cualquier organización clandestina de criminales.

Ustedes se preguntarán a que viene este repentino interés de este humilde escribiente por la mafia. Como siempre suele ocurrir en estos casos, el cerebro hace extrañas similitudes entre realidad y ficción. He empezado a ver la serie The wire, la cual recomiendo a todos aquellos que les gusten las buenas historias, y no he podido resistirme a hacer una comparación entre estas organizaciones criminales y los mercados financieros actuales.

Al frente de la mafia siempre hay tipos sin escrúpulos secundados por matones. Su único objetivo es ganar mucho dinero sin importar la vida de los demás, ni mucho menos la moral.

La mafia extiende sus tentáculos hasta la política, la policía y la justicia. Compra las voluntades de quién sea necesario para conseguir sus objetivos, sin importar si es con dinero o mediante la amenaza a la vida del sujeto o la de sus familiares.

Cuándo se corta la cabeza de una red mafiosa, pueden ocurrir dos cosas, una que otro ocupe su lugar, o como cuál hidra mitológica, la organización se disgregue en mil cabezas. Sin que jamás pueda ser vencida.

Prestan dinero con intereses de usura y si no puedes devolverlo te parten las piernas si es necesario.

Ahora piensen en Grecia, o en Portugal, o en Irlanda, o en la mismísima España, en la mal llamada Unión Europea, en el Banco Central, en Walt Street, en las agencias de calificación.

Les dejo con sus pensamientos.

jueves, 14 de julio de 2011

Se vende

Lo primero es advertir que lo que a continuacion van a leer es una exageración con fines únicamente irónicos. Que nadie se lo tome en serio.

Los liberales dicen que la culpa de la crisis es del Gobierno que interfiere demasiado con el libre mercado y que gasta mucho. He aquí mi propuesta: despedir a todos los funcionarios y privatizarlo todo.

Si no hay gobierno no es necesario pagar impuestos. Así los beneficios de las empresas españolas no irían al despilfarro que supone la sanidad pública, la educación (¿para qué la necesitamos si ya está la tele para enseñar?), la policía (que sólo se dedica a ponernos multas de tráfico y a conspirar contra la gente de bien, como Camps), el ejercito, las carreteras, los subsidios de desempleo (que sólo engordan a vagos y maleantes, todo el mundo lo sabe), etc.

Se podría privatizar el parlamento, los juzgados, los tribunales de cuentas, etc. Eso de que la gente tenga derechos y vaya a votar cada 4 años es un atraso. Lo moderno es que los directivos de los bancos y las trasnacionales dicten las leyes. Bueno, quizá me he pasado un poco, no hacen falta tampoco leyes. Basta con un par de ellas: el más fuerte siempre tiene la razón y la del embudo (lo ancho para mí y lo estrecho para ti).

Tampoco hace falta ejército, ni policía. ¿Qué servicio da un ejército si nadie está en guerra con tu pais? Se despide a todos y se les indemniza con las mismas armas que portan, de ese modo se podrán ganar la vida como mercenarios de las trasnacionales. Es más lucrativo.

¿Sanidad? Para quién pueda pagársela. Los pobres que vuelvan a sus remedios caseros y a los hechizos, y que dejen de colapsar las urgencias de los hospitales. Además, ¿para qué quieren vivir tanto? Con un poco de suerte aumenta la tasa de mortalidad y así los que quedemos tocamos a más.

¿Pensiones? De eso ni hablar. Hay que morirse trabajando, sino mira el ejemplo Don Paco (el Caudillo, para los despistados), que hasta el último día estuvo firmando sentencias de muerte de rojos y masones, como era su obligación.

Hay ejemplos de paises sin gobierno que funcionan de maravilla, ¿no me creen? Dense una vuelta por Somalia y Afganistán y me cuentan.

Otro día más.


viernes, 1 de julio de 2011

Presente y futuro

El otro día estuve viendo un documental de antropología en la 2 de TVE. Sí, sí, de esos en los que salen indígenas medio desnudos cazando bichos en la sabana. El caso es que una de las afirmaciones que hizo el narrador me hizó reflexionar acerca de nuestra vida, la de los que sólo vamos medio desnudos cuando nos achicharramos en la playa.

Yendo al grano, esa sociedad de agricultores y ganaderos no tienen concepto de tiempo, no piensan en el futuro más allá de la próxima siembra, la temporada de lluvias o la cosecha. Para ellos sólo existe el presente y el tiempo es cíclico.

Ese pensamiento de que sólo existe el presente, es también conocido por nosotros, se le ha denominado "carpe diem" o vive el momento. Los psicólogos modernos lo recomiendan para ser feliz. Pensar en el incierto futuro nos ocupa la mente y nos crea desasosiego, y por tanto, nos hace infelices. Pero en mundo superpoblado y sobreexplotado como el actual, ese tipo de comportamientos ya no son válidos. No debemos comportarnos como si no existiera el mañana. Debemos evolucionar. Debemos ser conscientes de que nuestras acciones actuales tienen consecuencias sobre nuestro futuro y sobre el de nuestros descendientes. Ya no somos bandas errantes que cuando agotan los recursos de un lugar pueden levantar el campamento e instalarse cómodamente en otro lugar. Ese tiempo ya pasó.