jueves, 9 de enero de 2014

Modelo de sociedad

Hasta el momento actual se entendía que los ciudadanos de un país trabajabamos en lo que mejor se nos daba o podíamos, pagabamos impuestos de modo progresivo (esto quiere decir que quién más gana paga, en proporción, más que el que menos gana), esos impuestos se empleaban para servicios comunes, como la seguridad ciudadana, las infraestructuras, la educación, la sanidad, la cultura, etc.

Los gestores de los impuestos eran elegidos de entre los mejores de nuestros conciudadanos por un tiempo limitado, como parte de sus obligaciones con el resto de la sociedad. Bueno esto dejo de ser así desde el momento que es instituyeron las primeras monarquías, pero sería lo ideal, ¿o no?

Quiere esto decir que todos trabajamos para todos y que cada uno contribuye con su trabajo a la prosperidad del conjunto.

Pero el sistema deja de funcionar en el momento en que:

- hay quién se aprovecha ello, no trabajando sin estar enfermo, cobrando indebidamente ayudas, haciendo mal su trabajo, ...

- hay quién considera que los impuestos son un robo del Estado, que él gana lo suficiente para pagarse él mismo todos los servicios y porqué ha de pagar él por los vagos. Así que ni corto ni perezoso se lleva el dinero fuera del país y evade impuestos.

- hay quién considera que el puesto que le han dado el resto de los ciudadanos para que administre los impuestos de todos le pertenece y le legitima a hacer lo qué el cree que es lo mejor para todos, haciendo de la política una profesión.

Cada vez nos volvemos más individualistas, olvidándonos de que todos dependemos de todos, que nadie puede vivir por su cuenta y que un mundo en el que se admira a los vagos, a los egoistas y a los ineptos nos conduce a la mayoría a la ruina.

Meditémoslo un rato. Las sociedades solidaridarias y cooperativas pueden ser mucho más felices que las egoistas y competitivas.

viernes, 2 de agosto de 2013

Ciclos naturales

Una ley natural: "Cuando una población de una determinada especie agota el medio en el que vive sufre una reducción de su número de individuos hasta alcanzar de nuevo el equilibrio. En casos extremos puede llegar a extinguirse".

Si esta máxima la aplicamos a la especie humana podemos sospechar que la actual crisis que está llevando al desempleo a más del 50% de la juventud de la cuenca mediterránea (Egipto, Túnez, España, Grecia, ...), acarreará inevitablemente una reducción de la natalidad y un aumento de la emigración.

Si a esto sumamos que los ajustes presupuestarios provocan una reducción de la atención social y sanitaria, la longevidad se verá también reducida.

Pero, ¿es este sombrío futuro evitable? ¿hemos alcanzado los límites del crecimiento? ¿o la riqueza no está bien distribuida?

Es posible que las respuestas a estas preguntas no sean un sí o un no categórico, sino, más bien, que se dé una mezcla entre el agotamiento del ecosistema (contaminación, falta de agua potable en muchos paises, cénit de producción de muchas materias primas) y un injusto sistema ecónomico, que prima el beneficio sobre la felicidad (las diferencias entre ricos y pobres nunca en la historia han sido tan grandes).

Un mensaje para el optimismo. En grandes vicisitudes la natural cooperación entre humanos siempre nos ha salvado de la extinción, ¿acaso no superaron nuestros antepasados varias glaciaciones con éxito y sobrevivieron durante miles de años en la sabana africana entre leones y leopardos?

lunes, 6 de mayo de 2013

Carta abierta a un ciudadano alemán

Estimado conciudadano:

Si me permite llamarlo así, ya que yo me creí aquello de que todos somos europeos. Le escribo para informarle que va a perder sus ahorros. Sí, como está leyendo, va a perder sus ahorros. Usted decidió dejar su plan de pensiones en manos de irresponsables cuyo único objetivo era maximizar sus beneficios, no los suyos de usted, si nos los de él. Para ello invirtió todo su dinero en financiar la construcción de millones, sí millones, de viviendas en España. Por desgracia para ambos esta situación era insostenible y los españoles vamos a pagar muy caro habernos gastado el dinero que nos prestaron en consumo y no en medios de producción.

Estamos perdiendo nuestros trabajos, nuestras casas y, en algunos casos, hasta nuestras vidas. Pero ninguno de los dos somos responsables de la situación. Quienes manejaban sus fondos de pensiones minusvaloraron el riesgo de prestar dinero a unos manirrotos como los españoles y ahora no van a recuperar su dinero, mientras que a nosotros nos van dejan en la más absoluta de las miserias.

Para terminar, en estos momentos tan difíciles para ambos, le pido comprensión y que dirija su ira hacia su gestor de inversiones y no hacia nosotros, pobres ilusos deslumbrados por el brillo del euro. Maldito sea el día en que le compramos el BMW con el dinero que nos prestaron, en lugar de construir una fábrica de coches de lujo para hacerles la competencia.

Un afectuoso saludo.

lunes, 4 de marzo de 2013

Esperanza

Dos pueblos del sur, Italia y Portugal, empiezan a mostrar el camino de la esperanza.

La victoria de los "grillini" en Italia y las masivas manifestaciones de los portugueses están mandando un mensaje claro a los tecnócratas de Bruselas. El camino de la mal llamada austeridad nos está conduciendo al abismo y no estamos dispuestos a seguir.

El ‘virus’ de Beppe Grillo amenaza con contagiar Europa

Portugal grita un multitudinario basta a la política de austeridad

miércoles, 3 de octubre de 2012

España se disuelve

Estamos asistiendo a un momento histórico de la magnitud del matrimonio de Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, más conocidos como los Reyes Católicos. Fue en ese tiempo cuando nació lo actualmente se conoce como el Reino de España.

La realidad parece evidenciar que España ya no es un proyecto viable. La deuda contraida con los bancos europeos está obligando, por un lado a ceder la competencia más importante de la que dispone un pueblo, como es la decidir en que se gasta el rendimiento de su trabajo, o lo que es lo mismo, cuántos impuestos pagamos y a qué se van a dedicar, a unos tecnócratas en Bruselas. Los bancos europeos quieren recuperar el dinero que nos prestaron para hormigonar nuestras costas y nuestras ciudades y el "Rescate de España" sólo tiene ese objetivo. Que no nos engañe la semántica. Los españoles, como los griegos o los portugueses, y más tarde italianos y franceses, trabajaremos a partir de ahora para pagar una deuda perpetua, como durante décadas lo han hecho africanos y latinoamericanos.

Y por otro lado las regiones que históricamente se han considerado naciones, como son Cataluña y Euskadi, caminan hacia la segregación, ya no quieren seguir contribuyendo al proyecto español.

El sueño de Isabel y Fernando se desvanece, salvo que los ciudadanos decidamos ver más allá de las fronteras y reclamemos otra Europa, porque otro mundo es posible. Un mundo más solidario y más cooperativo, en el que la avaricia vuelva a ser considerado algo deleznable.

viernes, 21 de septiembre de 2012

La normalidad

Una tarde noche de la semana pasada me crucé con un señor bien vestido, de mediada edad, que arrastraba el armazón metálico de un carro de la compra y la mitad de un palo de escoba. Se dirigía hacia unos contenedores de basura. Cuando hace cuatro años empezó la crisis me sorprendía ver como cada noche un mismo grupo de orondas mujeres vestidas con pijamas de felpa y batas aguardaban a la puerta del supermercado que hay bajo mi oficina a que sacaran los productos caducados. Lo que me sorprendió la otra tarde fue que la imagen de este señor ya ha pasado a formar parte de la normalidad y que ya no suscita la curiosidad.


sábado, 16 de junio de 2012

Los morosos de la comunidad

Suelo asitir a las reuniones de mi comunidad de vecinos y uno de los puntos de la reunión siempre es la morosidad. Tenemos uno que jamás ha pagado y al que se le va reclamar por la vía judicial si hiciera falta. Se preguntarán, ¿y a cuento de qué nos cuenta esto? Pues bien, quisiera establecer un paralelismo entre los morosos de las comunidades de vecinos y los defraudadores a la Hacienda pública del reino de España.

Por culpa de los morosos de mi comunidad, los que sí pagamos tenemos que aportar más para que se limpie la escalera, haya luz en los rellanos, funcione el ascensor, etc. A este tipo de gente como mínimo se le retira el saludo y se le mira mal, y algunos vecinos hasta se atreven a increparle llamándole moroso en su cara. Hasta aquí todo parece lógico, ¿no? Veamos lo que sucede con Hacienda.

Por culpa de los evasores de impuestos de este país la deuda pública española no deja de crecer desde el comienzo de la crisis y empiezan a recortarnos servicios y a subirnos los impuestos. Entonces, ¿por qué admiramos tanto a los que van por ahí presumiendo de que no pagan al fisco?

La evasión fiscal en España sufragaría el saneamiento de los activos tóxicos de la banca

La próxima vez que alguien les pregunte, ¿con IVA o sin IVA? Acuérdense del ascensor de su comunidad.